Para los que están empezando en el cultivo de cannabis, igual les suena a chino lo del lavado de raíces en plantas de marihuana. Pero si quieren obtener una buena cosecha, es una de las partes fundamentales que no se pueden dejar pasar. Pero no se preocupen, ya que en este artículo les enseñaremos cómo efectuarlo correctamente.
Lavado de raíces en plantas de marihuana
¿Para qué se realiza?
El lavado de raíces en plantas de marihuana lo podemos realizar por varios motivos. El motivo más utilizado es para limpiar las raíces antes de realizar la cosecha, con el objetivo de eliminar los restos de nutrientes que se han quedado en el sustrato. De esta forma se evita que dejen un sabor desagradable en los cogollos y baje la calidad del producto final.
El otro motivo es para eliminar el exceso de nutrientes cuando la planta muestra un bloqueo por carencia o por exceso. El objetivo es el mismo, eliminar minerales del sustrato, pero la finalidad no. Ya que en este caso estamos realizando el lavado para corregir un problema nutricional en la planta, la cual una vez esté recuperada tendremos que volver a alimentar con el régimen nutritivo que le toque en esa semana.
¿Cuándo se realiza?
En el caso de sufrir un desorden nutricional por exceso de nutrientes o por un bloqueo en concreto, debemos realizar el lavado cuando creamos conveniente. Lo realizaremos durante una semana aproximadamente, con 2 o 3 riegos y asegurándonos que por lo menos 1/4 o 2/4 partes del agua escurra por la base de la maceta.
Cuando las semillas de marihuana han dado sus frutos y está a punto de cosecharse la planta, debemos realizar el lavado de raíces aproximadamente de 14 a 10 días antes de la cosecha. En el caso del uso de abonos químicos, nos iremos hasta los 14 días y en el caso del uso de fertilizantes orgánicos, podemos esperar hasta los últimos 7 o 10 días antes de la cosecha.
Lógicamente para saber el momento exacto en el que tenemos que empezar a hacer lavados de raíz, tenemos que tener un control sobre los días de floración de la genética con la que estamos trabajando (recomendamos revisar las variedades disponibles en GB Strains). Si lo efectuamos demasiado pronto podemos tener problemas con la formación final de los cogollos, pudiendo perder calidad y producción, e incluso que aparezca el temido moho gris al subir la humedad en el ambiente y la planta. Por lo que podemos perder parte de la cosecha por pudrición de cogollos.
¿Cómo se realiza?
Para efectuar este paso de la mejor manera posible, no podemos utilizar agua de grifo o de mala calidad, ya que esta contiene un alto porcentaje de minerales (EC 0,8-1,2) además de contener un PH desequilibrado, el cual tampoco ayuda a efectuar la limpieza de forma correcta.
Para hacerlo de la mejor forma posible necesitamos trabajar con agua de calidad, lo más baja posible en componentes minerales (EC 0,0) y un PH equilibrado de 6-6,5. Ya que la intención que tenemos al limpiar el sustrato es dejarlo completamente libre de nutrientes y que contenga el valor de PH correcto, para que las raíces se puedan mantener sanas hasta el momento de la cosecha.
En el mercado existen varios fertilizantes de marihuana, los que se pueden comprar en nuestro grow shop, que ayudan a eliminar más rápidamente el exceso de nutrientes acumulados en el medio de cultivo, los cuales también pueden ayudar a la planta a terminar de eliminar el alimento residual que contiene en su interior.
¿Cuánta agua se debe utilizar?
Como hemos comentado antes el lavado de raíces dura aproximadamente entre 7 y 14 días, en los que tenemos que aplicar cantidades de agua mayores de las que la planta necesita, por lo que no es conveniente pasarse con la cantidad. Ten en cuenta que las raíces van a estar más encharcadas de lo normal y esto puede traer problemas, por lo que hay que ir poco a poco e intentar que las macetas no retengan demasiada agua por más de 3-4 días.
Normalmente se recomienda aplicar el doble de litros de la capacidad que contenga la maceta, esto quiere decir que si trabajas con macetas de 7L, debes aplicar 14L de agua. El problema como hemos comentado antes, es que es demasiada agua y el sustrato permanecerá demasiado tiempo encharcado.
Por este motivo recomendamos dividir la cantidad de agua y aplicarla en dos riegos durante la semana. Esta operación la efectuaremos durante dos semanas, en las que estaremos aplicando un total de agua de 28L por maceta. Cantidad más que suficiente para que el sustrato quede completamente libre de nutrientes.
En el caso de estar realizando un cultivo outdoor en suelo directo, no podemos controlar la cantidad de agua que se filtra a través de la tierra, por lo que es un poco más complicado realizar un lavado de raíces en condiciones. En este caso lo mejor es regar con una cantidad de agua un poco mayor de lo que lo solemos hacer.
Resultado final
Una vez hemos terminado y realizado la cosecha, solo queda comprobar si ha quedado algún residuo en la marihuana, para ello hay que hacerlo mediante una cata, ya que no hay mejor manera de averiguarlo.
Si el producto final ha quedado completamente limpio de residuos después de secarla y curarla, no debemos notar ningún sabor en el paladar y en la lengua tipo metálico, picante, químico o pajizo. Además cuando no está bien limpia, también podemos apreciar al prender el caño que saltan chispas y se aprecian pequeñas explosiones. También podemos ver que alrededor de la corona se torna de un color oscuro o grisáceo, esto también nos indica que no se ha realizado correctamente el lavado.
En el caso de estar perfectamente limpia, solo tenemos que notar sabores agradables, un humo denso y blanco, y una corona brillante con aceite a su alrededor. Estos son los mejores indicativos de que nuestra cosecha está en perfectas condiciones.