Los problemas durante el cultivo no son sólo cosa de principiantes, ya que cualquier cannabicultor puede tener contratiempos. Pero los errores causados por la inexperiencia normalmente incrementan dichos problemas, que con un poco de investigación pueden ser esquivados. De hecho, los errores de los novatos al cultivar son los que los cultivadores veteranos no suelen cometer gracias a la experiencia. Estos son los más comunes.
Elegir una semilla inapropiada
Posiblemente la elección de la variedad a plantar es una de las decisiones más importantes antes de comenzar y donde más errores suelen cometer los principiantes al empezar cultivar. En esta situación, antes de adquirir la semilla hay que preguntarse una serie de cuestiones básicas: ¿Dónde voy a cultivar, en interior o en exterior? ¿Cuál es mi nivel de experiencia? ¿En qué clima voy a plantar?
En el caso de cultivar en interior hay que tener en cuenta que algunas plantas tienden a crecer de forma considerable, sobre todo las sativas, por lo que les faltará espacio para estirarse y es más fácil que sufran quemaduras con los focos. Al contrario, en exterior, las sativas son muy adecuadas porque tendrás más espacio en el que desarrollarse y las cosechas serán más provechosas. No obstante, también hay que informarse sobre el clima adecuado para cada planta y de su resistencia a los distintos tipos de estrés que puede sufrir en exterior, así como su tolerancia a las plagas o al moho.
De todos modos, un cultivador novel siempre debería optar por una variedad índica, que es más fácil de cultivar; o cualquier autofloreciente que no necesita cuidados específicos para desarrollarse y producir cogollos. Las semillas se deben adquirir en un lugar establecido, por lo que comprar en nuestro grow shop, ofrece la confianza de obtener una semilla de cannabis sativas, índicas o híbridas de calidad, como las de GB Strains. De lo contrario, cabe la posibilidad de que ni siquiera germine.
Utilizar un sustrato de mala calidad
Antes de tomar la decisión de comenzar un cultivo de cannabis se debe aceptar que será necesario una pequeña inversión económica para que las plantas puedan desarrollarse con normalidad y no presenten carencias. Uno de los errores más comunes al cultivar por primera vez es pensar que cualquier tierra el jardín es válida. Sin embargo, uno de los primeros desembolsos ha de ser en un sustrato de calidad que le aporte a la semilla y a la planta los macronutrientes y los micronutrientes que necesita durante sus primeras semanas de crecimiento.
Escoger un sustrato barato es un error común al comenzar a cultivar y significa arriesgarse a tener una planta con carencias desde el primer día que provocará un retraso en su crecimiento. Esto se traduce en una planta débil, de una estatura menor de la que debería y que proporcionará una producción reducida y de dudable calidad.
Lo mismo ocurrirá si no se elige un fertilizante con los nutrientes adecuados para cada etapa de la planta, si no se alimenta lo suficiente, o si se produce una sobrefertilización. Aunque siempre es mejor quedarse corto y solventarlo añadiendo un poco más que pasarse y retener el desarrollo durante unos días o unas semanas, tiempo que no podrá recuperarse.
No respetar el fotoperiodo
Otro error frecuente al cultivar plantas de marihuana por primera vez es interrumpir los tiempos de oscuridad de los ejemplares al plantar en interior. Es frecuente entrar a la zona de cultivo a ver las plantas y dejar que penetre la luz del exterior, o mantener un led encendido 24 horas de cualquier aparato como el de una alargadera con interruptor. Incluso una fotografía con flash altera el fotoperiodo y provocarles un estrés a las plantas que puede acarrear varios problemas.
También es una forma de no respetar el fotoperiodo de las plantas de cannabis, no dejarlas crecer lo suficiente o exceder su periodo de crecimiento. En el primer caso, los ejemplares no se habrán desarrollado lo suficiente como para soportar el peso de los cogollos. En el segundo, lo más probable es que la altura sea excesiva y las flores corran el riesgo de sufrir quemaduras.
Colocar las luces demasiado cerca o demasiado lejos de las plantas
No colocar las luces correctamente es, por supuesto, un error que sólo se puede cometer al cultivar en interior. Tan mal hará colocarlas muy cerca que excesivamente lejos. Como en el punto anterior, mantener los focos demasiado cerca de las plantas aumentará el riesgo de que lleguen a chamuscarse. Por el contrario, unas luces lejanas provocará que empleen toda su energía en acercarse a ellas para absorber más nutrientes y realizar sus funciones internas. Como resultado, quedan ejemplares larguiruchos con ramas finas incapaces de soportar su propio peso y, mucho menos, el de los cogollos.
Cosechar muy pronto o muy tarde
Este error al cultivar puede llevar unas cuantas cosechas corregirlo antes de encontrar el momento perfecto para cortar las plantas. Existen dos indicadores básicos que guían a cualquier cannabicultor en esta tarea que puede parecer complicada. El primero es el color de los tricomas, las glándulas en forma de seta que se reparten por toda la planta y que contienen los terpenos y los cannabinoides (como el THC y CBD). Éstos cambian de color durante el ciclo vital de los ejemplares y le dan ese aspecto escarchado característico del cannabis.
Generalmente, cuesta un poco verlos a simple vista pero con una lupa se pueden observar sus cambios de color: traslúcido-blanco-ámbar. Si el cultivador prefiere que sus cogollos posean un efecto estimulante, debe cosechar cuando los tricomas aun se mantienen blanquecinos. Si por el contrario, prefiere un efecto más físico y relajante, cuando pasen a ámbar anaranjado.
El segundo indicador son los pistilos, éstos cambian de color de la misma forma que los tricomas, se van transformando de blanco a naranja durante las últimas semanas de la floración. En el momento en el que estas vellosidades empiezan a modificar el color, el ritmo de crecimiento de los cogollos disminuye. El instante oportuno para cortar el cannabis es cuando el 70-90% de estos pistilos hayan mudado su color. Esperar a que el 100% de los pistilos sean naranjas, es un grave error al cultivar que hará que el sabor, los aromas y el efecto se estropeen por completo y disminuya su calidad.
Existen muchos más errores que un principiante puede cometer al cultivar durante sus inicios. Para evitarlo, la mejor solución es buscar información o hablar con algún conocido experimentado sobre el tema antes de comenzar a plantar. De esta forma se prevendrán la mayoría de problemas que surgen durante estas cosechas.