Las flores de la planta de marihuana contienen más de cien cannabinoides, de los cuales, normalmente, el más abundante es el THC seguido del CBD. El primero es el responsable de los efectos psicotrópicos del cannabis y, el segundo, de los medicinales y relajantes. Sin embargo, estas sustancias crecen en la planta en su forma ácida (THCA y CBDA), lo que significa que sus efectos no están activos. Para ello, necesitan pasar por un proceso de descarboxilación, es decir, la aplicación de calor durante un tiempo determinado.
Qué es la descarboxilación
La descarboxilación, en el campo de la marihuana, es un proceso químico en el que los cannabinoides de las plantas se activan y adquieren sus propiedades más conocidas. Existen estudios que demuestran que la forma ácida de éstos cannabinoides contienen sus propias cualidades beneficiosas para la salud, pero están alejadas de lo que un cannabicultor busca al plantar cannabis.
De hecho, el THCA y el CBDA son difíciles de absorber por el organismo humano, por lo que sus efectos serán poco notorios. El calor de la descarboxilación libera una molécula de CO2 (dióxido de carbono), eliminando a su vez el ácido de los cannabinoides y liberando sus efectos. Por lo tanto, para llevar a cabo este proceso, será necesaria la aplicación de calor durante un tiempo concreto para evitar quemar el material vegetal.
Cuando el cannabis se fuma en papelillo o bong de pyrex o se vapea, la descarboxilación se produce de forma automática con el calor del encendedor o el que produce el propio cigarrillo electrónico. De esta forma tarda tan sólo unos segundos, pero al no poder controlar la temperatura es posible que se pierdan ciertos terpenos, los encargados del aroma, sabor y efectos del cannabis. Por esta razón, aunque no es muy común entre los fumadores, es una buena opción descarboxilar la marihuana siempre antes de utilizarla.
En cambio, para realizar recetas cannábicas es imprescindible que el material vegetal esté bien descarboxilado, ya que, si no es así, los platos no causarán efecto alguno.
Cómo descarboxilar la marihuana
Antes de descarboxilar un material vegetal, se debe tener en cuenta los cannabinoides predominantes en él, pues el CBD necesita más tiempo para activarse y deshacerse de su ácido que el THC. Además, existen varias formas de realizar esta técnica en casa, aunque las más utilizadas por su utilidad son empleando un horno o al baño maría.
Descarboxilación en el horno
Es la forma más común de descarboxilación casera por ser la más sencilla y rápida de ejecutar. Para ello, sólo será necesaria una bandeja de horno y papel vegetal.
- Cortar en trozos el material vegetal a descarboxilar. No es necesario pasarla por el grinder, pues la hierba se desmenuzará en pedazos demasiado pequeños. Se pueden emplear unas tijeras de cocina o similar para trocearla.
- Colocar el resultado en la bandeja de horno encima de un papel vegetal.
- Introducir en el horno precalentado a 110ºC durante 40 minutos si el cannabis concentra unos niveles altos de THC. En el caso de tratarse de marihuana con altos niveles de CBD, y es este cannabinoide el que se quiere fomentar, se ha de mantener de 2 a 4 horas a la misma temperatura.
- Sacar del horno. La marihuana debe tener un color marronáceo pero sin parecer chamuscado.
Cada modelo de horno es diferente, por lo que se recomienda vigilar el material vegetal durante todo el proceso por si cambia de color antes de que finalicen el tiempo establecido. Por el contrario, también cabe la posibilidad de que, transcurrido el tiempo, no haya completado la descarboxilación y sea necesario dejar la marihuana unos minutos más.
Descarboxilación con un baño maría
Esta es la mejor opción para conseguir una descarboxilación más uniforme, completa y evitando que se queme, ya que el calor del agua hirviendo no tostará el cannabis. Se puede llevar a cabo en varios recipientes. La primera opción es introducir la hierba, desmenuzada mediante el mismo método que para calentarla en el horno, en un frasco de vidrio, que a su vez irá dentro de la olla.
La segunda opción es sumergir las flores en agua hirviendo dentro en una bolsa resistente al calor cerrada herméticamente con una envasadora al vacío. La marihuana necesitará cierto espesor, por lo que se debe evitar cortar demasiado fina. Por último, se puede posar la hierba sobre una bandeja de pyrex colocando una tapadera encima para evitar que las salpicaduras del agua estropeen el material vegetal.
En cualquier caso, ha de mantenerse en la olla de 45 a 60 minutos aproximadamente, controlando la temperatura en todo momento, por lo que sería útil contar con un termómetro específico para tareas culinarias. La temperatura siempre ha de oscilar entre los 100-120ºC. Una vez listo, retirar cuidadosamente de la olla y dejar enfriar.
Descarboxilación en el microondas
Éste no es el método más recomendable por el poco tiempo que se le puede aplicar calor al material vegetal, y por incrementar significativamente las posibilidades de calcinar la marihuana. Para una descarboxilación en el microondas sólo habrá que hacer en pedazos pequeños las flores de marihuana sin efectos psicoactivos y colocarlos en una bandeja de pyrex. Ésta se introduce en el microondas a máxima potencia durante 90 segundos.
Como ocurre en el caso del horno, cada microondas es diferente, por lo que es fundamental estar atentos durante el proceso para no quemar la hierba. Al sacarla del electrodoméstico, la sala se impregnará del olor intenso del producto, sin notar un aroma a chamuscado, lo que significaría que ha estado demasiado tiempo expuesto al calor y, posiblemente, hayan desaparecido la mayor parte de sus efectos.
Precauciones y consejos
El hecho de que exista una temperatura máxima a la que realizar la descarboxilación es para evitar la evaporación de los cannabinoides y terpenos, responsables del sabor, aroma y efectos del cannabis. Aunque en su forma ácida el THC y el CBD poseen escasos efectos en el cuerpo humano, sucede lo mismo si se aplica demasiado calor. Es por esto que no se debe superar nunca los 150ºC, pues a esta temperatura el THC empieza a evaporarse, al igual que algunos terpenos, por lo que se empezarían a perder propiedades.
Además, hay que tener en cuenta que el proceso de descarboxilación potenciará el olor del material vegetal. Por esta razón, es aconsejable mantener la casa ventilada mientras éste esté expuesto al calor. No obstante, si se utiliza una bolsa cerrada, el olor se reducirá enormemente y sólo habrá que preocuparse de dónde abrirla, pues es el momento en el que se expandirá el aroma.
La descarboxilación no sólo se puede realizar con flores de marihuana, también es apta para extractos como el BHO, rosin o hachís.
Por lo tanto, descarboxilar la marihuana es útil independientemente de la finalidad con la que se vaya a emplear. Aunque, lo más común, es recurrir a esta técnica cuando se va a cocinar una receta cannábica. De hecho, se puede incluir casi en cualquier plato, como puede ser en una torta de marihuana, en cerveza casera o para hacer aceite de CBD. En la página web de nuestro grow shop en Chile se pueden encontrar una amplia variedad de recetas cannábicas para todos los gustos, así como una diversidad de bancos de semillas, como GB Strains, donde podrás elegir la variedad ideal para descarboxilar.
