Una de las etapas más importantes tras la cosecha de las plantas de cannabis es el secado, manicurado y curado de las mismas. En concreto, el curado, se realiza con el fin de obtener un humo mucho más suave y agradable. Al igual que sucede cuando se realiza el vino, se trata de un proceso lento que requiere de paciencia y tranquilidad, si bien se puede acortar el tiempo de espera si se decide realizar el curado de cogollos en agua.
Curado de cogollos en agua : qué es y cómo se hace
El curado del material puede suponer la diferencia entre un excelente material y uno no tan bueno. Normalmente, se utilizan tarros de vidrio para ello, no obstante, existen otros métodos como el curado al agua, que permiten conseguir resultados mucho más rápidos y puros.
Aunque al principio puede sonar extraño, esta técnica es la forma más rápida de curado de la marihuana, ya que el agua elimina muchos más sólidos no deseados ,logrando un humo mucho más suave y un producto mucho más sano. Esto es debido a que elimina sustancias como las sales, la clorofila o los insecticidas, las cuales pueden dar un sabor fuerte y desagradable.
En lugar de dejar a las plantas descomponerse y que acumulen tanto sales como azúcares, estas se disuelven en el agua. De esta forma, diversas sustancias internas y externas sólidas de las hojas se disuelven, eliminando aquellas no deseadas. Por otro lado, los cannabinoides como el THC son hidrófobos, es decir no se disuelven en agua, por lo que el resultado obtenido puede ser más puro y potente.
Se debe diferenciar este proceso del lavado de cogollos, dos nombres que suenan parecidos pero que tienen objetivos diferentes. Así, este lavado sirve únicamente para eliminar restos o suciedad de la hierba, dándole una limpieza rápida, en cuestión de minutos. El curado al agua permite una limpieza más profunda.
Ventajas y desventajas de este tipo de curado
Antes de elegir qué tipo de procedimiento a utilizar para el curado de los cogollos de marihuana se deben conocer sus beneficios e inconvenientes de esta práctica. Entre las ventajas se encuentran
- Velocidad. Es el método de curado más rápido, diferenciándose del curado tradicional. Con esta técnica podrás obtener los cogollos en un plazo de entre 5 y 8 días, mientras que con cualquier otra práctica se tarda entre 20 y 30 días.
- Simplicidad. Al no requerir de un material específico, se puede realizar de forma sencilla.
- Menor olor. Al extraer los terpenos de los cogollos, el curado reducirá el aroma y el sabor, el cuál será mucho más discreto.
- Humo suave. Cómo sucede con otros tipos de curado, el cannabis conseguido tendrá un aroma mucho más suave. Se trata de un buen procedimiento para aquellas variedades conocidas por su aroma potente, en las que la pérdida de sabor no es tan importante.
Por otro lado, el principal inconveniente cuando se opta por este tipo de curado es la desaparición de terpenos, lo cuál conlleva sacrificar el sabor con el objetivo de lograr un resultado mucho más rápido. Asimismo, en el caso de variedades con un aroma sutil, no es recomendable utilizarlo.
¿Cómo realizar el curado de cogollos al agua?
Se trata de un proceso bastante simple en el que tan solo necesitarás dos materiales:
- Un frasco de vidrio de un tamaño que se adapte a la cantidad de cogollos que se vaya a curar.
- Agua limpia, preferiblemente agua de ósmosis inversa, que acelerará la disolución de los materiales.
- Las flores que se vayan a curar.
Curado de cogollos al agua paso a paso
El proceso comenzará tras cosechar las flores, cuando se deberá pelar los cogollos de marihuana, retirando tanto los tallos como las hojas -cabe destacar las ofertas de nuestro grow shop en herramientas para ello-. Los restos de la manicura se pueden aprovechar para realizar hachís. Se recomienda realizar este proceso antes de secarlos, para ahorrar tiempo, si bien es posible curar al agua aquellos que ya se han secado.
Una vez introducidos los cogollos en el frasco de vidrio, estos se cubren con agua que se encuentre a una temperatura de entre 18 y 24 grados. La temperatura del agua no puede superar este rango.
El agua se deberá cambiar todos los días durante los 3-7 días que dura el proceso. Para ello se agitan los frascos, se tira el agua que contienen y se pone una limpia, ya que esta es mucho más eficiente para absorber todos aquellos fitoquímicos no deseados.
Por último, antes de secarlos se deben filtrar los cogollos con un colador. Posteriormente se extienden sobre la rejilla de secado para eliminar los restos de agua que hayan podido quedar y continuar con el proceso de secado elegido.
El curado de la marihuana con agua es posible y permite ahorrar semanas de espera respecto al curado tradicional. Sin embargo, se trata de un método que afecta directamente al olor y sabor, por lo que su elección dependerá de las preferencias de cada uno. Por último, no olvidar que en nuestro grow shop contamos con excelentes variedades para cosechas de cogollos muy productivas (recomendamos revisar la destacadas opciones de GB Strains)