Cuando se habla de cultivo ecológico se hace referencia al uso de métodos completamente naturales. Las plantas de marihuana se desarrollan en cualquier parte del mundo, en plena naturaleza, lo cual demuestra que solo necesitan de tierra de calidad y una gran biodiversidad para crecer. El cultivo orgánico de cannabis, no solo ofrece grandes beneficios en los ejemplares, que producirán cosechas de mayor calidad, también es positivo para los jardines y el medio ambiente. A continuación se detallan algunas cuestiones a tener en cuenta para llevarlo a cabo.
¿ Cómo escoger el tipo de suelo ideal para el cultivo orgánico de cannabis?
Uno de los factores principales para comenzar es seleccionar el sustrato en el que se cultiva. Para mejorarlo se han utilizado todo tipo de fertilizantes sólidos. No obstante, los últimos avances científicos han demostrado que las plantas dependen de complejas interacciones con su entorno, para mantenerse sanas y radiantes. Esto es gracias a la llamada cadena trófica del suelo.
Esta cadena está formada por diferentes microorganismos que juegan un papel importante en la descomposición de la materia orgánica, al facilitar la asimilación de la materia orgánica, creando una mayor disponibilidad de nutrientes para los vegetales. Si se empieza el cultivo de cannabis con una tierra sana y llena de vida, se evitarán posibles carencias nutricionales, problemas de plagas y patógenos.
Además de absorber el alimento directamente de la tierra, las plantas participan de forma activa en la producción de alimento que sirve para atraer hongos y bacterias beneficiosas. Éstas acudirán a la rizosfera, uniéndose a las raíces y permitiendo a los ejemplares absorber los nutrientes con menos esfuerzo. De esta manera, se establece una relación de simbiosis entre los microorganismos y los vegetales.
Los alimentos que descomponen los hongos y bacterias sirven a su vez para atraer nematodos y protozoos, que se alimentarán de los mismos y defecaran, sirviendo de abono para las plantas.
Cultivar en macetas o en tierra madre
Un cultivo de marihuana completamente orgánico es posible realizarlo tanto en interior como en exterior. A la hora de empezar, habrá que elegir entre hacerlo en tierra madre o en macetas. El cultivo en tierra madre es una buena opción para semillas de cannabis sativas que darán plantas gigantescas, las que mostrarán todo su potencial. Sin embargo, es difícil protegerlas de las inclemencias climáticas al estar enraizadas en el suelo, no podremos trasladarlas debajo de un toldo o tejado.
Cuando se usan macetas, permite moverlas en caso de que sea necesario. Se deberá escoger aquella que se adapte mejor a las variedades seleccionadas. En el caso del cultivo orgánico de marihuana se recomienda escoger las macetas de tela, las cuáles ofrecen una mejor aireación para las raíces. No olvidar revisar las ofertas disponibles en macetas e insumos en nuestro grow shop, así como las mejores semillas para iniciar el cultivo, como las de GB Strains.
En cualquier caso, unos 50 litros de sustrato suelen ser lo ideal para la etapa de floración en una planta con 1,5-2 metros de altura. Con 15 Litros de sustrato en maceta podremos llevar a cabo la floración de ejemplares más pequeños.
Cómo aportar micro y macro nutrientes en el cultivo orgánico de cannabis
Si se quiere obtener los mejores rendimientos en las plantas de marihuana, habrá que aportar dos tipos de componentes: los macro y micronutrientes. Es posible obtener muchos de ellos gracias a los fertilizantes, pero también se extraen de algunas fuentes ecológicas.
Macronutrientes
En esta categoría entran tres componentes que los vegetales necesitan en grandes cantidades:
- Nitrógeno. Se trata de un elemento necesario para el crecimiento vegetativo que se puede encontrar en algas marinas, estiércol o humus de lombriz.
- Fósforo. Cuenta con un papel importante en la transferencia de energía, contribuyendo a trasladar los elementos y transformando tanto azúcares como almidones. Se halla en la harina de huesos, el fosfato de roca o el estiércol.
- Potasio. Este macronutriente necesario para la fotosíntesis está en la arenisca verde o en la ceniza de madera.
Micronutrientes
Aunque en menores cantidades, estos nutrientes son necesarios para los vegetales. La falta de alguno de ellos puede provocar deficiencias nutricionales que impidan un buen desarrollo:
- Boro. Este componente esencial para la división celular se puede conseguir en el compost y materia orgánica.
- Calcio. Se trata de un elemento que ayuda a la fertilización de las plantas y que se encuentra en las cáscaras de huevo.
- Cobre. Es necesario para la fotosíntesis, activa las enzimas esenciales. Se obtiene del estiércol de ganado vacuno o el compost ecológico.
- Hierro. Facilita la síntesis de clorofila y mejora los procesos metabólicos. Se halla en el estiércol, restos de cocina o algas marinas.
- Magnesio. Otro de los elementos esenciales para la fotosíntesis, el cual se puede extraer del compost orgánico.
- Manganeso. Contribuye a la asimilación de nitrógeno, del mismo modo que favorece la fotosíntesis y la respiración. Se aporta al suelo a través del compost ecológico.
- Molibdeno: es el encargado de convertir el nitrato en amoniaco y facilita que las bacterias simbióticas fijen el nitrógeno. Se obtiene de: harina de algas, arenisca verde, harina de neem o melaza.
- Azufre. Apoya la formación de enzimas importantes y contribuye a la síntesis de las proteínas. El estiércol, el heno o la paja son algunas de las fuentes naturales donde encontrarlos
- Zinc. Es esencial para las enzimas y proteínas, así como para producir hormonas de crecimiento. Se encuentra en el alga kelp.
Elaborar un fertilizante orgánico
Para que los vegetales puedan acceder a estos componentes se debe contar con una tierra de calidad llena de vida. Para ello, se puede utilizar materia orgánica que le aporte minerales y elementos. En los cultivos orgánicos de cannabis simplemente se debe asegurar este suministro, disponible en forma de humus de lombriz, compost o té de compost y los diferentes microorganismos que posee la tierra ayudarán a digerirlos. Del mismo modo, se puede contribuir a aumentar la vida del sustrato aportando hongos micorrícicos entre otros.
Si bien se pueden encontrar múltiples empresas especializadas que venden fertilizantes orgánicos, también es posible elaborarlo en casa de forma sencilla, si se desea. Una vez se tiene el sustrato y el abono que activará la vida microbiana simplemente habrá que controlar el riego y que el nivel idóneo de humedad se mantenga en torno al 60%. Una vez se termina la cosecha existen diversas técnicas que ayudan a reciclar el sustrato.
Con el cultivo orgánico de cannabis no sólo se potencia el sabor o el aroma, también se contribuye a cuidar el medio ambiente, aparte de permitir ahorrar dinero, ya que muchos de los mismos se pueden elaborar en casa con los materiales que se poseen.