Germinar semillas de marihuana

Germinar semillas de marihuana es el primer paso que debemos realizar para poder plantar marihuana y probablemente sea el más delicado. Si no realizamos bien el proceso de germinación, la semilla cultivada no expresará al 100% su potencial genético. Este motivo es más que suficiente para tener especial cuidado en esta parte y realizarla de forma óptima.

Es un proceso lento y progresivo en el cual intervienen diversos factores como; la temperatura, el agua, el oxígeno y la calidad de las semillas. Para empezar con buen pie debemos intentar conseguir semillas de calidad y frescas, normalmente cualquier semilla de marihuana que compremos cumple estas características. El resto de factores los podemos controlar con facilidad.

Los consejos que les vamos a dar sirven para todos los tipos de semillas de marihuana que existen en el mercado, y que puedes adquirir en nuestro grow shop online. Ingresa a nuestra web y revisa la amplia variedad en semillas feminizadas, semillas automáticas, semillas regulares y semillas fast versions, de bancos con gran prestigio, como Sweet Seeds, Barney’s Farm, GB Strains, entre otros.

La semilla

La semilla de marihuana por carácter general se puede llegar a germinar varios años después de su creación, aunque la mejor etapa para germinar oscila entre los 5 meses y los 2 años desde que nació. En este periodo de tiempo si no se conservan en condiciones óptimas, el poder de germinación se ve reducido e incluso anulado. Por estos motivos recomendamos el cultivo de semillas de marihuana empaquetadas con una edad máxima de 3 años, de este modo aumentamos el porcentaje de éxito.

La temperatura

A la hora de germinar semillas la temperatura juega un factor muy importante. La temperatura óptima que necesita para desarrollarse bien, oscila entre los 20-25°C. Si la mantenemos en un medio con temperaturas inferiores, la semilla frena su desarrollo y lo retrasa, pudiendo llegar a morir y en el caso de que consiga germinar, su desarrollo no será el mismo. En el caso contrario, si la temperatura es superior a 25°C literalmente podemos llegar a cocerla, la proliferación de hongos es más fácil y la cantidad de oxígeno en el medio es mínima, por lo que las probabilidades de que muera son muy altas. Si finalmente consigue germinar, lo hará de forma débil y raquítica.

El agua

Para una germinación perfecta la calidad del agua es vital, por ello necesita contener un PH estable de entre 5,5-6,5, un porcentaje de EC o alimento muy bajo, por no decir nulo, (la propia semilla tiene alimento para los primeros días de vida) y una temperatura de entre 18-25°C. Por estos motivos recomendamos el uso de agua embotellada, agua destilada o agua filtrada por ósmosis. Si utilizamos agua del grifo no sabremos con exactitud sus componentes, que en algunos casos son tóxicos y la cantidad, por lo que hay que evitar utilizar este tipo de agua.

El oxígeno

El oxígeno es necesario para evitar que las semillas mueran, esto no quiere decir que tengan que estar al aire libre, si no que el medio donde las vamos a germinar y el agua, tengan cantidades mínimas de este elemento para un óptimo desarrollo. Por este motivo es importante la temperatura del agua, como hemos comentado anteriormente, y la temperatura del medio donde las vayamos a germinar. Para evitar errores recomendamos mantener el medio de germinación y el agua aplicada, con una temperatura de entre 18-25°C.

Una vez hemos repasado los aspectos básicos para una correcta germinación, les vamos a enseñar una de las técnicas más utilizadas por su gran porcentaje de éxito y facilidad. La germinación con servilletas.

Material para germinar semillas de marihuana

• Papel de cocina, sin aromas.
• Tupper de plástico.
• Semillas de marihuana.
• Agua oxigenada.
• Un vaso con agua de calidad (30cc).

PASO 1

Ten a mano todo el material listo para seguir los pasos.

Limpia y desinfecta la zona donde vayas a realizar el proceso.

Limpia y desinfecta el vaso y el tupper.

PASO 2

Llena el vaso con agua de calidad, intenta que el PH este entre 5,5-6,5 y mantén en todo momento la temperatura entre 18-23°C.

Añade un par de gotas de agua oxigenada y remueve.

Introduce las semillas en el vaso durante 24 h y colócalo en un lugar fresco, oscuro y seco.

PASO 3

Preparamos el tupper colocando en la base varias hojas de papel de cocina y las empapamos con agua de calidad. Seguidamente escurrimos el agua sobrante, presionando con los dedos toda la superficie del papel hasta que no suelte más agua.

Ahora levantamos la mitad de las hojas puestas como si fuese un sandwich y colocamos las semillas con cuidado repartidas por el papel, seguidamente las cubrimos con la parte del papel que hemos levantado y ya las tenemos listas.

Tapamos el tupper con cuidado y finalmente lo colocamos a poder ser en una zona a oscuras y que mantenga una temperatura constante de entre 18-23°C.

Si no tenemos un sitio que tenga estas características, podemos cubrir el tupper con papel de plata de cocina para que el interior permanezca a oscuras y lo colocamosencima de una torre de ordenador o un router, ya que desprenden el calor suficiente para mantenerlas en buenas condiciones.

Ahora solo tenemos que intentar que las servilletas no se sequen, si vemos que han perdido un poco de humedad añadimos varias gotas de agua de calidad hasta que recuperen la humedad inicial.

Las semillas de marihuana pueden llegar a tardar en germinar hasta 15 días, pero por norma general si la semilla es fresca y de calidad, en unas 24-48 horas pueden estar listas para trasplantarlas a una maceta con sustrato de calidad y con una cantidad de alimento muy suave.

En el caso de que las semillas lleven varios días y no hayan germinado todavía, tenemos que cambiar las servilletas por otras nuevas y repetir los pasos como al principio. De esta forma evitamos que se pudran.

PASO 4

Una vez las semillas han abierto y podemos observar la primera raíz, es el momento para pasar al medio de cultivo en el que van a crecen. En este caso usamos una mezcla de turbas de calidad con muy poco alimento, el cual es ideal para el primer trasplante del joven plantel.

Primero rellena la maceta necesarias con el sustrato y golpea la base contra el suelo para que se compacte un poco.

Seguidamente añadimos un poco de agua de calidad, hacemos un pequeño agujero para que quepa la semilla y la introducimos con la raíz hacia abajo. Tenemos que cubrirla con 0,5 cm de sustrato, nada más.

Si la semilla queda demasiado enterrada, puede que no tenga la fuerza suficiente para poder levantar la capa de sustrato que tiene encima de ella y finalmente morir. Si la semilla queda muy cerca del exterior puede desenterrarse y quedarse a la intemperie

Una vez hemos cubierto la semilla regamos alrededor con un poco de agua y con mucho cuidado. Ya están listas para colocarlas en una zona que reciban un poco de luz solar suave o bajo un foco fluorescente.

Nota

Es muy importante saber que las semillas son seres vivos y en ocasiones por muy buenas condiciones que les estemos ofreciendo puede que no lleguen a germinar jamás, por ello hay que tener paciencia y también darles un poco de margen, no son máquinas, son seres vivos.