Desde hace unos años, han entrado en nuestras vidas una serie de variedades conocidas como Autoflorecientes. Las cuales son capaces en desarrollarse en la mitad de tiempo que sus versiones de temporada, permitiéndoles acelerar los cultivos y realizar varias cosechas en una única temporada. Estas genéticas irrumpieron con fuerza en el mercado gracias a su llamativo desarrollo, que permitía al cultivador finalizar la cosecha en la mitad de tiempo. Aunque descendía en gran medida tanto la producción como la calidad de la misma.
Con fin de ayudarles a comprender el desarrollo de estas famosas genéticas, hoy explicaremos la evolución, desde su origen natural, pasando por otros aspectos, como plantar autoflorecientes.
¿Qué son las variedades autoflorecientes?
Las autoflorecientes son versiones más rápidas de nuestras genéticas favoritas, pero que a diferencia de estas, no dependen de un fotoperiodo para iniciar su floración. Son grandes aliadas de aquellos consumidores que quieren cultivar pero no disponen de una zona donde armar su indoor. Ya que al no depender de un fotoperiodo para cambiar de ciclo, pueden realizar varios cultivos aprovechando al máximo la temporada.
¿De donde provienen las variedades autoflorecientes?
Sus principios se remontan a la genética Ruderalis, una variedad cannábica con su origen en Rusia y Siberia, con un ciclo vital muy rápido y característico. Debido a las complejas condiciones climatológicas de su hábitat natural, esta genética ha evolucionado hasta el punto que es capaz de desarrollarse en solo 2 meses de vida. siendo sus semillas capaces de soportar todo el invierno en las condiciones más extremas.
Tenemos conocimiento de la existencia de esas genéticas desde hace décadas, aunque durante años han sido ignoradas y evitadas para realizar los cruces. Esto se debe a una presencia de mínima de cannabinoides, lo que hizo a los breeders pensar que no era una genética digna de ser utilizada en sus cruces. Hasta que un día el banco de semillas The Joint Doctor tuvo la brillante idea de utilizar la Ruderalis para recortar la duración de los tiempos de cultivo. Creando así la afamada Lowryder. Esta genética contaba con un gran porcentaje de genes Ruderalis, lo que les permitía desarrollarse en poco más de 2 meses. De esta forma se convirtió en la genética más utilizada por los bancos de semillas para crear sus primeras autoflorecientes.
Autoflorecientes de 1ª generación
Por este mismo motivo las autoflorecientes de primera generación cuentan con una presencia de cannabinoides relativamente baja, lo que reducía en gran medida la potencia del cruce. Esto sumado a una ramificación prácticamente inexistente y una capacidad de producción mínima, fueron detonantes suficientes para que las autoflorecientes ganaran fama de variedades que no valía la pena cultivar. Haciendo que muchos cultivadores las detestaran hasta el punto de no querer cultivarlas en la actualidad.
Tras el fracaso de esta primera generación de autoflorecientes, los bancos de semillas se vieron obligados a evolucionarlas si querían seguir comerciándolas, ya que quedaban muy lejos del producto esperado por parte de los cultivadores. Estas mismas autos se cruzaron de nuevo con genéticas de temporada, buscando reducir la presencia del gen Ruderalis en su composición, consiguiendo así cepas más productivas y con propiedades organolépticas muy definidas.
Autoflorecientes modernas
Actualmente, podemos encontrar autoflorecientes con potencias y sabores que no tienen nada que envidiar a sus versiones de temporada, mostrando al mismo tiempo estructuras más ramificadas y con producciones más abundantes. El mayor inconveniente es que requieren un tiempo de desarrollo mayor que sus antecesoras, habiéndose ampliado hasta los 90 días en algunas genéticas, conocidas actualmente como autoflorecientes XL.
Dependiendo de las generaciones que pasen hasta el momento de la comercialización de estas semillas, dispondrá de una capacidad mayor o menor para desarrollarse. Por lo que el cultivador podrá seleccionar qué características busca para su cultivo de marihuana.
Las genéticas conocidas como Autos Mini o Fast, han sido desarrolladas únicamente hasta que la planta muestra un sabor y un efecto similar a la de temporada, aunque todavía cuentan con un porcentaje Ruderalis bastante alto, por lo que su capacidad de producción no es muy alta.
Las líneas auto normales no tienen nada que ver con las de hace 10 años. Todos los bancos de semillas han evolucionado sus cepas hasta estabilizar autoflorecientes de gran vigorosidad, llegando a convertirlas en auténticas versiones más rápidas de sus genéticas. Si quieres más información sobre bancos de semillas, en Growbarato contamos con una amplia selección al respecto, y un ejemplo de ello, es la excelente calidad con la que cuenta GB Strains.
Las comúnmente conocidas como Autoflorecientes XXL o de 90 días, son las genéticas con inicio de floración automática más largas del mercado, pues la genética Ruderalis cuenta con una presencia mínima en su composición, aunque todavía mantienen esa capacidad de iniciar su floración automáticamente. En la mayoría ocasiones superan el metro de alto y muestran una presencia de brazos realmente alta, llegando a multiplicar la capacidad de producción de sus antecesoras.