La evolución de los cultivos de cannabis ha traído nuevas tácticas para mejorar las cosechas y aumentar la calidad de los cogollos resultantes. Sin embargo, también ha provocado la llegada de químicos que indudablemente perjudican al Medio Ambiente.
Por ello, los cultivadores, cada vez más concienciados con el estado de la Madre Tierra, han comenzado a aplicar abonos orgánicos que no sean nocivos para la naturaleza, usando mezclas biológicas como el purín de ortiga, que tiene todas las características beneficiosas de cualquier fertilizante pero no contiene elementos químicos que perjudiquen al Medio Ambiente.
Además, estos abonos también benefician a la cosecha final, ya que liberan a los frutos de cualquier elemento químico que comprometa su sabor, su olor o sus propiedades.
Beneficios del purín de ortiga en el cannabis como abono
El purín de ortiga tiene multitud de efectos beneficiosos en cualquier cultivo de cannabis, siendo una opción orgánica ideal para garantizar el correcto crecimiento de las plantas a la par que se respeta a la naturaleza.
Abono natural de crecimiento
El purín de ortiga cuenta con grandes cantidades de nitrógeno, el mineral fundamental durante la fase de crecimiento de las plantas de marihuana. Además, también contiene otros componentes importantísimos para el cultivo como el hierro, el fósforo, el calcio, el magnesio…
Estos elementos favorecen un crecimiento vigoroso de las plantas y un aumento exponencial de su fortaleza. Por otro lado, este abono también es un corrector de desajustes muy eficaz, ya que absorbe excesos de minerales como el hierro y fósforo.
Fungicida y protector ante plagas
El purín de ortigas también funciona como fungicida y para evitar plagas de insectos. El aumento de las defensas de la planta ayuda a repeler especies como la araña roja o el pulgón y hongos como la Botrytis o el Oidio. Por otro lado, es un potenciador de la fotosíntesis de la planta, evitando la clorosis y mejorando su crecimiento.
Bioestimulador del suelo
Este fertilizante orgánico es un bioestimulador del suelo, aumentando la vida microbiana de la tierra y, por ende, proporcionando más calidad al crecimiento de las plantas. Además, mejora la estructura de los suelos perjudicados y activa todo tipo de compost. Finalmente, la aplicación de purín de ortigas en el sustrato favorece de forma notable la actividad de las micorrizas y todos los beneficios que estas otorgan a las plantas.
Beneficios de las ortigas en el cannabis como planta de acompañamiento
Las ortigas no solo benefician al cannabis si son aplicadas como abono, sino que también son muy positivas como plantas de acompañamiento. De hecho, muchos agricultores cultivan sus propias ortigas, dejando algunas en los huertos para acompañar al cannabis y usando otras para realizar el purín.
El cultivo asociado entre cannabis y ortigas es muy beneficioso, ya que estas últimas atraen a insectos como la mariquita, depredadora del pulgón y de otras especies invasores del cannabis. Además, se ha demostrado que el polen de las ortigas favorece la creación de terpenos en las plantas de marihuana, lo que potencia el sabor y el olor de los cogollos.
Cómo hacer purín de ortiga
Para elaborar este producto ecológico necesitamos ortigas (la cantidad que necesitemos) y agua de osmosis o lluvia. En caso de que el agua del grifo sea nuestra única opción, se debe introducir en un recipiente abierto durante 2 o 3 días para que se evapore el cloro, ya que este elemento es perjudicial para las bacterias beneficiosas que surgen de este proceso.
Para adquirir las ortigas se suele acudir a algún lugar natural donde haya una alta humedad y no dé mucho sol, ya que es el hábitat propicio para su crecimiento. Si no, se pueden adquirir en cualquier tienda agrícola. En caso de lanzarse a por ellas en plena naturaleza, hay que recordar siempre llevar guantes, ya que las ortigas causan urticaria y picor. Una vez adquiridas las ortigas, conseguida el agua y conseguido un cubo, hay que seguir los siguientes pasos.
- Introducir las ortigas en el cubo. Se puede realizar el proceso nada más recolectar la materia vegetal, aunque hay gente que aboga por dejarlas secar una semana para que el resultado sea más potente.
- Añadir 10 litros de agua por cada kilo de ortiga. Esta suele ser la medida estándar, pero se puede aumentar o disminuir la cantidad según la pureza que busquemos en el concentrado.
- Sumergir la materia vegetal hasta que toda esté hundida y en contacto con el agua.
- Remover una o dos veces al día durante, aproximadamente, dos semanas.
- A lo largo del proceso, la mezcla va a fermentar, apareciendo burbujas que podremos observar en la mezcla, lo que significa que las bacterias beneficiosas se están generando.
- Unos 10 días después del inicio del proceso, estas burbujas van a ir desapareciendo. Cuando no quede ninguna, el purín estará listo.
- Con la ayuda de un tamiz se cuela la mezcla y se añade a una botella, jarra, pulverizador…
- El resultado que hemos obtenido suele ser muy potente para las plantas, por lo que se suele diluir con agua de lluvia, de ósmosis o de grifo depurada (⅔ de agua y un ⅓ de purín de ortiga por cada recipiente).
Esta mezcla se puede aplicar mezclada con el agua de riego (1 litro de purín por cada 10 litros de agua), ya que favorece el crecimiento de las plantas y la actividad biológica del suelo, o utilizarse en riegos foliares (1/20) para repeler patógenos como la mosca blanca, la araña roja o el pulgón.
En definitiva, el purín de ortiga es un abono orgánico que otorga múltiples beneficios a las plantas de cannabis, sobre todo en la etapa de crecimiento. Además, sus características naturales y ausencia de químicos están haciendo que gane mucha popularidad entre los cultivadores más ambiciosos.
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